A media noche, el corazón teme en agonía
Sufre en su silencio, con sus latidos
Que se apagan muy lentamente
Muere en su espesa tristeza, roja como la sangre
Fluyendo aire, fluyendo la nada, fluyendo
El supuesto amor
Oh pobre corazón, nunca conocisteis
Lo que te deparaba el amor, ahora envejeces
Pierdes funcionalidad, vitalidad como el pétalo
De una rosa, te marchitas, te mueres
Y como si de un solo movimiento, un último
Aire o suspiro que se quebranta, me llevas
Contigo para hacerte compañía me
Arrastras a tus ilógicas decisiones
A tus indescifrables motivos
A tus acciones dementes
Que juntos
Compartiremos el
Mismo ataúd
¡Si!